Todo comienza aquí, la base, los cimientos, el pilar fundamental al iniciar cualquier proyecto empresarial debe de pasar por el “Diseño Gráfico”. Las formas, los colores, la tipografía (aquellos tipos de letras que en ocasiones pueden parecer acertadas, pero no lo son) que darán la primera impresión de cualquier comunicación impresa y en cualquier soporte, se engloban en esta disciplina no exenta de controversia a la hora de establecer quien o quienes están capacitados para diseñar elementos gráficos que identifiquen un proyecto del resto y funcionen, por supuesto, el profesional tendrá la información y sobre todo la experiencia necesaria para encontrar la pieza, el color o la forma que se busca en cada momento, pero esto no garantiza el éxito pues influyen muchos más factores si el principal objetivo es vender la marca, el producto o el servicio para el que se desarrolla el diseño gráfico especifico, pero desde luego ¡ayuda! y mucho, simplificando: no es la panacea que solucionará todos los problemas a la hora de vender, pero es un complemento fundamental para completar la imagen que van a percibir de la empresa y todo lo que la rodea tanto a nivel interno como externo.
Seguro que a veces ocurre
¿Quién no ha visto una forma, un color, una tipografía y automáticamente a valorado su calidad? aunque no tenga experiencia en diseño gráfico, pero al estar rodeado de este creativo arte por todas partes (bueno o malo), nuestra capacidad de análisis se agudiza. Puedes tener el mejor producto del mundo, el que todos querrán y van a necesitar, pero si la primera impresión, que precisamente la aporta el diseño gráfico, no convence, el objetivo tienes muchas posibilidades de fracasar. Quizás algunos piensen, “mi empresa no necesita una partida presupuestaria para crear y mantener un diseño gráfico óptimo, con buenos comerciales que conozcan bien el producto junto a unos argumentos sólidos (una tarea imprescindible, sin duda), el producto se vende y también la marca” ¡genial! un gran ahorro, pero la cosa se pone fea cuando hablamos de convencer a un futuro consumidor que se encuentra tras una pantalla de ordenador o un dispositivo móvil y ve el producto con su marca y el diseño gráfico aplicado ¿cómo va a lograr el comercial convencer de que no cierre la página que está viendo y vaya a la de la competencia? ¡adiós! al gran ahorro en diseño gráfico.
Qué pensaba que iba a leer
Si pensaba que en este escrito se hablaría de la teoría del diseño gráfico (muy recomendable su lectura), podía haberse tratado, pero si busca por internet encontrará cientos de artículos, muchos de ellos de gran calidad. Si pensaba que se iba a volver a repetir lo que ya se especifica mediante la infografía insertada en la cabecera de este post, creo que no sería necesario una mayor extensión, aquí se trata de ver la realidad de lo que ocurre y buscar soluciones que mejoren la competencia de las empresas incluyendo pymes, micropymes, autónomos o el gran motor del comercio local y su asociacionismo. Pero ¿cómo?, pues pasando a la acción con una correcta estrategia, pero no nos engañemos, la forma de aplicación del diseño gráfico que a una empresa le funciona, es posible que a otra no.
Aclaremos las cosas
Ojo, en esta exposición siempre se ha habla del diseño gráfico dirigido y adaptado al sector empresarial y con un objetivo definido: convencer mediante el arte de esta disciplina para vender en cualquiera de sus formas una marca, producto o servicio, nunca como forma de expresión artística y cultural (pura y dura), ese es otro tema (muy interesante, por cierto).
Siendo claro, muy claro
Se dice que vender es crear una necesidad y como el objetivo de esta redacción es en primer lugar servir como referencia al tema y destacar su importancia en el ámbito empresarial, el segundo es conseguir convencer de que esa necesidad puede ser la de su empresa, la solución podría estar en aplicar este arte mediante las técnicas adecuadas de “Diseño Gráfico” ¿Es un gran ahorro o no? El tiempo lo dirá… las promesas son en ocasiones arriesgadas.
Resumiendo, retomando el título de este post y como una imagen vale más que mil palabras, este escrito está ilustrado con una infografía que destaca los beneficios principales a los que cualquier empresa puede acceder. Si es la suya y necesita pasar a la acción o le surge alguna duda ¡no dude! y contacta.
Y todo este reflexivo ensayo para llegar a la conclusión de que “La imagen vende y la buena imagen se vende mucho mejor”.
Por José M. Álvarez